Tenemos tanto miedo al rechazo, a herir los sentimientos de los demás, a perder una oportunidad, a que nos juzguen, a que no nos entiendan… que, en muchísimas ocasiones, somos incapaces de comunicarnos de forma clara, sincera y asertiva.
Y esta actitud, que puede ser comprensible en determinadas circunstancias vitales, se vuelve un problema cuando una persona no sabe hacerse entender de otra manera que no sea mediante frases ambiguas que ocultan su temor a expresar los que realmente piensa o siente.
Sin embargo, instalarse en esta forma de relacionarse con los demás y no trabajar la comunicación asertiva solo contribuye a generar más frustración personal, a crear vínculos insanos con los otros y a sentir un malestar emocional que crecerá con el tiempo. Hablar claro es liberador, evita malentendidos y, como dice esa frase hecha de la cultura popular, “el que habla con el corazón, aunque pierda, gana”.
Y por eso, en este post, nos gustaría recordarte qué es la comunicación asertiva, por qué es clave en tu bienestar emocional y cómo trabajarla adecuadamente. No olvides que la comunicación asertiva es una habilidad fundamental en las relaciones interpersonales y en el bienestar emocional que alcanzarás a título personal.
¿Qué se entiende por comunicación asertiva?
Se trata de una forma de comunicarse con los demás en la que se transmiten pensamientos, emociones y necesidades de manera clara, directa y respetuosa, sin caer en la agresividad ni en la pasividad. Desde una perspectiva psicológica, la asertividad implica el reconocimiento y la validación de los propios derechos, al mismo tiempo que se respetan los de los demás.
En la comunicación asertiva no se trata de imponer la propia opinión ni de evitar el conflicto a toda costa, sino de encontrar un punto intermedio en el que se pueda decir con total sinceridad lo que se piensa para dialogar con respeto y seguridad.
Esta forma de comunicación se basa en habilidades como el uso adecuado del lenguaje verbal y no verbal, la escucha activa y la capacidad de regular las emociones en situaciones de tensión. Un individuo asertivo es capaz de decir “no” cuando es necesario, expresar sus opiniones sin miedo y defender sus derechos sin menospreciar a los demás.
¿Por qué comunicarnos siempre asertivamente ayudará a nuestro bienestar emocional?
La comunicación asertiva tiene un impacto mucho más directo y crucial en la salud mental y emocional de las personas de lo que crees. Quienes se comunican asertivamente:
1.- Reducen sus niveles de estrés y ansiedad, ya que evita la acumulación de emociones negativas derivadas de la represión o la confrontación innecesaria. Cuando las personas se expresan de manera clara y sin temor, experimentan una mayor sensación de control sobre sus propias vidas, lo que fortalece su autoestima y seguridad personal.
2.- Construyen relaciones interpersonales más saludables. Cuando la comunicación es honesta y respetuosa, se minimizan los malentendidos, se resuelven los conflictos de manera eficaz y se fomenta un ambiente de confianza y colaboración. Esto es especialmente importante en entornos laborales, familiares y de pareja, donde la calidad de la comunicación influye directamente en la armonía y el bienestar emocional de los involucrados.
Consejos para tener una comunicación asertiva con los demás
Desarrollar la comunicación asertiva requiere práctica y autoconocimiento. Algunas estrategias que pueden ayudar a mejorar esta habilidad incluyen:
1.- Uso del “yo” en lugar del “tú”: Expresar los sentimientos y pensamientos en primera persona evita que la otra persona se sienta atacada. Por ejemplo, en lugar de decir “tú nunca me escuchas”, es más efectivo decir “yo me siento ignorado cuando no me prestas atención”. Por otro lado, evita caer en un exceso que haga parecer que todo gira en torno a ti.
2.- Lenguaje corporal coherente: La postura, el tono de voz y la expresión facial deben coincidir con el mensaje verbal. Mantener contacto visual, hablar con un tono calmado y utilizar gestos abiertos transmite seguridad y confianza.
3.- Aprender a decir “no” sin culpa: Negarse a hacer algo que no se desea es un derecho. Es importante expresar la negativa de manera clara y sin justificaciones excesivas.
4.- Escucha activa: Prestar atención a lo que el otro dice sin interrumpir y mostrando interés favorece la empatía y el entendimiento mutuo.
5.- Manejo de emociones: Regular la impulsividad y expresar los sentimientos sin agresividad ni pasividad ayuda a evitar confrontaciones innecesarias.
La comunicación asertiva es una herramienta poderosa. Practicarla como forma de comunicarte con los demás te ayudará a sentirte bien y a mejorar tu bienestar emocional. Aunque no lo creas, comunicarse de forma clara y sincera fortalece la autoestima, reduce el estrés y mejora las relaciones interpersonales.
Ahora bien, la teoría la sabemos todos, pero llevarla a la práctica es más difícil en muchos casos. Y aunque hoy te hemos dado unos consejos en este post, recuerda que puedes trabajar este tipo de comunicación de forma más personal y en profundidad en nuestro centro de psicólogos en Pozuelo de Alarcón, te esperamos.