¿Por qué nos cuesta tanto decir lo que pensamos o sentimos?

decir lo que piensas - psicologos en pozuelo de alarcon

¿Por qué nos cuesta tanto decir lo que pensamos o sentimos?

Decir lo que piensas debería ser lo más sencillo del mundo. De hecho, para muchas personas lo es y no les cuesta nada expresar su opinión, sus sentimientos o su postura en cualquier circunstancia. Sin embargo, hay otras muchísimas personas a las que les resulta imposible decir lo que realmente piensan o sienten.

Y el problema, en muchos casos, no es solo esta incapacidad para verbalizar lo que pasa por su cabeza o por su corazón sino el malestar que les causa no hacerlo.

¿Te cuesta decir lo que piensas? ¿Eres incapaz de hablar con ese amigo para hacerle saber que estás molesto por algo que ha dicho? ¿Te cuesta dar tu opinión en una reunión social? Pues podemos decirte varias cosas al respecto que seguro te animan:

  • Le ocurre a muchas más personas de las que crees.
  • A decir lo que piensas y sientes también se aprende.
  • Una vez seas capaz de hacerlo y te acostumbres a expresarte con transparencia, tu vida cambiará y la vivirás con mucha más plenitud y paz.

¿Por qué te cuesta decir lo que piensas?

Como te decíamos, nuestro equipo de psicólogos en Pozuelo de Alarcón comprueban a diario que esta “incapacidad verbal” es algo muy frecuente que le ocurre a muchas personas.

Tras este problema se encuentran motivos muy dispares, si bien es cierto que en algunas personas pesan más unos que otros. En cualquier caso, los más frecuentes suelen ser estos que te vamos a exponer:

1.- Falta de autoestima

Quizás sea el denominador común de todas las personas a las que les ocurre esto. Aunque más que un motivo en sí mismo, tendríamos que decir que la falta de autoestima es la matriz de la que salen la mayoría de los sentimientos que provocan que una persona no se atreva a decir lo que piensa o lo que siente.

Porque detrás del no decir lo que pienso “por miedo a hacer el ridículo” hay un problema de autoestima. Y detrás del no decir lo que siento por “miedo a que se enfaden conmigo” hay un problema de falta de seguridad. O detrás del no decir lo que pienso porque “seguro que no aporta nada” hay una falta de confianza en uno mismo que debe ser abordado, si fuera necesario, con ayuda de profesional.

2.- Problema de asertividad

La asertividad es la habilidad para expresar opiniones y deseos personales de una manera natural y respetuosa y por eso, tiene tanto que ver con la capacidad para decir lo que se sienta o se piensa.

Las personas que no trabajan esta capacidad suelen evitar decir lo que piensan o lo que sienten porque saben que su manera de hacerlo puede herir los sentimientos de los demás, sin ser conscientes de que la verdad, siempre expresada desde el respeto y la educación, nunca es mal recibida aunque duela. Es algo que se puede trabajar para poner fin a esta falta de comunicación.

3.- Huida del conflicto

Dicen que para tener relaciones sanas es necesario tener conversaciones incómodas. Y, normalmente, lo que les ocurre a las personas que no dicen lo piensan o sienten es que no quieren enfrentarse a esas conversaciones incómodas, ya sea por evitar un posible conflicto, ya sea por cobardía o ya sea porque se acomodan en el silencio.

Efectivamente hay conversaciones que no son agradables pero no dejar claro lo que se piensa o se siente no soluciona el problema, solo lo esquiva. Incluso diríamos que al revés: puede hacer que un problema se agrave a la larga, dando pie a una situación cada vez más difícil de abordar.

4.- Miedo al rechazo social

Y otras veces es el miedo al rechazo social lo que hace que una persona no diga lo que de verdad piensa, sobre todo cuando estamos en situaciones sociales concretas. Ir contracorriente al opinar lo contrario de la mayoría o temer cómo te juzgarán los demás por decir lo que piensas sobre algo, hace que muchas personas “disfracen” su opinión o, simplemente, opten por no darla y quedarse en la tranquilidad de la retaguardia silenciosa.

Lo peor de esto es que, de seguir así durante mucho tiempo, se acaba dejando de ser uno mismo. Lo que piensas no puede depender de la opinión o la aprobación de los demás, tal y como ya te contamos en este post.

Para relacionarnos con los demás de una manera más sana en la que nos sintamos capaces de expresar lo que realmente pensamos o decimos es fundamental trabajar la autoestima, la confianza en uno mismo y la asertividad. Y en el Centro de Psicología Integral MC podemos ayudarte.

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