02 Jul No es oro todo lo que reluce: los efectos psicológicos negativos del verano (I)
Las redes sociales se llenan de fotos de playas, de atardeceres, de helados, de verbenas, de parrilladas, de sonrisas… En definitiva, se llenan de felicidad y de buen rollo que es lo que se supone que impera en verano, la estación de la felicidad por excelencia. ¿O no?
Aunque para muchas personas el verano sí es sinónimo de relax y descanso o de diversión y desenfreno, para otras no lo es en absoluto. Es más, casi podríamos asegurar que, en el fondo, no es oro todo lo que reluce e incluso quienes alardean de vivir “un verano inolvidable” han tenido sus más y sus menos en una época en la que afloran muchos momentos de estrés. ¿Quieres saber cuáles son los efectos psicológicos negativos del verano más comunes? Te los contamos en dos artículos con los que pretendemos darte unas claves para minimizarlos.
Causas y consejos para controlar los efectos negativos del verano
Llevamos un tiempo notando cómo en septiembre aumentan las consultas por ansiedad en Pozuelo. Y aunque algunas tienen mucho que ver con la llamada depresión postvacacional de la que ya te hemos hablado, es cierto que cada vez es más frecuente tratar a pacientes a los que el verano les ha pasado mucha factura a nivel anímico y emocional.
Pero ¿qué puede ocurrir en esta estación tan supuestamente feliz? Aquí algunas claves:
1.- Malestar anímico provocado por el cambio de clima y contexto
Siempre hemos oído hablar de los beneficios que aporta la llegada del buen tiempo y de los días largos en los que podemos disfrutar de más horas de luz solar. Y, efectivamente, así es, y el verano es una época perfecta para que aumente nuestra producción de serotonina, la sustancia química asociada a la felicidad. Es verdad que en cuanto llega el mes de mayo, nuestro estado anímico mejora y sentimos ganas de hacer muchas más cosas que en invierno.
Sin embargo, volvemos a la frase que da título a este artículo: no es oro todo lo que reluce. Porque en verano, también aumenta el calor y la humedad en zonas costeras, dos factores que soportados en exceso durante muchos días pueden provocar trastornos del sueño, irritabilidad, agobio, sensación constante de fatiga y malestar anímico.
Si a esto le unimos el hecho de que muchas personas no están en su domicilio habitual sino en uno vacacional, el resultado es un impacto psicológico negativo que puede ser notable si se sostiene durante los dos meses de verano.
Es importante hidratarse bien, mantener frescas las estancias de la vivienda, evitar estar en la calle en las horas centrales del día para minimizar esta sensación y pensar en positivo: ¿cuándo vas a volver a estar cenando en una terraza disfrutando de una noche estrellada?
2.- Ansiedad ante la presión social por ser feliz en esta época
Ya lo decíamos al comienzo: el verano es la estación de la felicidad por excelencia. Todo a nuestro alrededor, y especialmente las redes sociales, promueven la idea de que el verano es un periodo para el disfrute, la diversión y la locura. O para el relax, la tranquilidad y el descanso. Pero, en cualquier caso, el verano se muestra como un período idílico en el que todo el mundo está feliz y encantado de su vida.
Y esta idea puede generar una presión que, con el paso de los días, desencadena una sensación de angustia y ansiedad porque nos sentimos obligados a estar más felices de lo que nos sentimos en realidad y a disfrutar mucho más de lo que lo estamos disfrutando.
Muchas personas están trabajando o tienen que estudiar en verano, algo que les impide llevar el mismo ritmo de vida que quienes disfrutan de unos días de asueto. También hay personas que, aunque estén de vacaciones, no pueden descuidar sus obligaciones y responsabilidades familiares, ya sea con hijos pequeños o con padres mayores… El resultado es una sensación de malestar y frustración por no poder vivir ese “verano inolvidable” que parecen estar viviendo el resto de los mortales. De ahí que esta presión social por estar feliz, algo parecido a lo que ocurre en Navidad, sea otro de los efectos psicológicos negativos del verano en muchas personas.
Aceptar tu situación personal de forma realista pero sin dramas, rebajar las expectativas respecto a esta época del año, no sentirte obligado a estar constantemente feliz ni a realizar cientos de actividades, obviar el postureo de las redes sociales y tener presente que el verano no deja de ser otro momento más del año en el que hay momentos buenos y malos como en cualquier otra estación son claves para que la presión social de este periodo no te afecte emocionalmente.
¿Quieres conocer qué más efectos psicológicos negativos del verano para muchas personas? Porque para ser esa “época de felicidad”, nos está dando para mucho y en el siguiente artículo seguiremos analizando otros efectos de esta época que nos transmiten muchas personas que acuden a nuestro Centro de Psicología Integral MC.
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