02 Dic Habilidades sociales: ¿conoces los dos niveles en los que se dividen?
¡Parece mentira que la Navidad esté de nuevo a la vuelta de la esquina! En breve, darán comienzo unas de las fechas más esperadas del año para muchas personas que disfrutan enormemente de estos días de fiesta en familia. Sin embargo, como ya te contamos hace un año en este post, las próximas semanas pueden ser especialmente duras para otras personas que sienten que la Navidad pone en peligro su bienestar emocional.
Como mencionamos en ese artículo arriba citado, la Navidad puede ser un periodo muy complicado para quienes sufren un trastorno alimenticio, han perdido recientemente a un ser querido o no encuentran en su familia el entorno seguro y funcional que otros tienen. Pero también lo es para aquellas personas a las que les cuesta socializar. La vorágine de encuentros sociales que tienen lugar en Navidad puede pasarles factura en forma de picos de ansiedad, estrés, angustia e incluso pánico en casos más severos.
En este sentido, el papel que juegan las habilidades sociales es determinante, entendiendo por habilidades sociales el conjunto de conductas y comportamientos que nos permiten relacionarnos con los demás de manera fluida, efectiva y gratificante.
Este tipo de habilidades tienen mucho de innatas y naturales, pero también se pueden aprender, mejorar y trabajar. Y para hacerlo es crucial diferenciar entre los dos niveles de habilidades sociales en los que suelen dividirse, ¿conoces cuáles son?
Los dos niveles de las habilidades sociales
Según la teoría psicológica, las habilidades sociales pueden dividirse en dos grandes niveles o grupos: habilidades sociales básicas y habilidades sociales complejas.
Esta diferencia ayuda a identificar cuáles son más innatas y más propias del carácter natural de cada persona y cuáles se pueden adquirir y requieren entrenamiento para mejorar la socialización y reducir la ansiedad asociada a las interacciones sociales.
1.- Habilidades sociales básicas
Estas son fundamentales y, generalmente, se adquieren desde la infancia, aunque esto no quiere decir que no haya personas que necesiten trabajarlas para mejorarlas y relacionarse así mejor con los demás. Incluyen algunas como estas:
- Escuchar: Estar atento de forma activa a lo que el otro comunica.
- Iniciar y mantener conversaciones: Saber cómo estar con otras personas o comenzar un diálogo.
- Dar las gracias: Un acto sencillo que fomenta interacciones positivas.
- Hacer preguntas: Muestra interés y fomenta la comunicación.
Estas habilidades suelen ser más instintivas, ya que están relacionadas con el aprendizaje temprano en contextos familiares y educativos. Sin embargo, como decíamos, pueden necesitar refuerzo en personas con timidez o dificultades específicas.
2.- Habilidades sociales complejas
Estas habilidades requieren de mayor desarrollo emocional y cognitivo y, a menudo, son resultado de experiencias acumuladas. Incluyen:
- Empatía: Ponerse en el lugar del otro para comprender sus emociones.
- Asertividad: Expresar opiniones o defender derechos sin agresividad ni pasividad.
- Escucha activa: No solo oír, sino interpretar y confirmar lo entendido.
- Comunicar emociones: Ser capaz de expresar sentimientos de manera adecuada.
- Participación en grupos: Manejar dinámicas de equipo o conversaciones grupales.
Estas habilidades son menos automáticas y pueden entrenarse a cualquier edad mediante técnicas específicas. Además, el desarrollo de estas habilidades sociales puede aumentar la autoestima y, sobre todo, reducir el estrés, la ansiedad y la fobia social que sufren muchas personas como comprobamos a diario en nuestra consulta.
¿Cuáles son innatas y cuáles se trabajan?
Aunque todos tenemos predisposición a desarrollar las habilidades sociales básicas, el entorno personal y las experiencias vitales pueden hacer que alguien no las desarrolle de manera correcta, algo que influirá en su forma de relacionarse con los demás. Cuando esto ocurre, es importante trabajarlas adecuadamente para vivir de manera más serena y plena en sociedad.
Las habilidades sociales complejas, en cambio, tienden a ser adquiridas con el paso de los años y las experiencias vitales, y requieren esfuerzo consciente y práctica para dominarlas. Esto es especialmente importante en personas con trastornos como ansiedad social, donde el déficit en estas habilidades puede ser más evidente. De hecho, muchos casos que hemos tratado de ansiedad en Pozuelo tienen su origen en este problema que tanto puede afectar a la vida diaria.
Al fin y al cabo, vivimos en sociedad y, aunque la Navidad es un periodo excepcional, en el resto del año también se producen muchas interacciones sociales que deben ser manejadas de la mejor forma posible para alcanzar el bienestar emocional.
Si sientes que algunas habilidades te faltan o te genera ansiedad tener que relacionarte con los demás, un enfoque psicoterapéutico personalizado como el que te podemos brindar en el Centro de Psicología Integral MC puede ayudarte a entrenarlas y aplicarlas en tu vida diaria.
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