16 Abr ¿Qué hay detrás de los ataques de ira frecuentes?
En estos tiempos que corren, habrá quien piense que sentirse enfadado, crispado, enojado y alterado es bastante lógico. Y, efectivamente, el estilo de vida que llevamos y el panorama general que nos rodea hacen méritos a diario para que nos sintamos así. Aunque parece que a algunas personas les afecta de manera mucho más intensa, provocando en ellas ataques de ira demasiado frecuentes. ¿Te gustaría saber qué hay detrás de estas explosiones de rabia?
¿Qué es exactamente un ataque de ira?
Se trata de explosiones emocionales muy viscerales que surgen, normalmente, como respuesta a una situación que ha generado una frustración o un enfado que la persona no es capaz de manejar adecuadamente.
Reaccionar de manera impulsiva, alterada, furiosa e incluso violenta es la forma en la que se canalizan esos sentimientos, dando lugar a un momento tenso que, en muchos casos, se puede ir de las manos.
¿Qué hay detrás de estos ataques de ira?
Sufrir ataques de ira de manera más o menos frecuente suele deberse a varios aspectos que se combinan entre sí. En la mayoría de los casos, se trata de personas que sufren ciertos problemas emocionales como depresión, estrés o falta de autoestima, al margen de que también influyen otros factores psicológicos como el carácter o el temperamento de cada uno.
Tampoco es algo que ocurra de un día para otro. Normalmente, la persona que protagoniza un ataque de ira lleva tiempo sufriendo una situación frustrante, o experimentando un malestar intenso, o sintiéndose mal por algo hasta que, en un momento dado, todo eso colapsa.
Y aunque a primera vista un estallido de furia parece algo repentino, en realidad llega poco a poco, atravesando diversas fases antes de manifestarse por completo: acumulación de malestar emocional, evento desencadenante, explosión de ira y arrepentimiento por la rabieta vivida.
En todo caso, como te decíamos al comienzo del post, hoy vamos a hacer un repaso por algunos de esos factores que más influyen en que una persona sea más propensa o suela experimentar ataques de ira con mayor frecuencia:
1.- Problemas de salud mental como puede ser ansiedad, depresión, estrés…
2.- Problemas de autocontrol y tendencia a comportamientos violentos o agresivos.
3.- Dificultad para manejar la frustración, el estrés, el que las cosas no salgan como se espera…
4.- Falta de habilidades de comunicación y reflexión personal.
5.- Problemas de autoestima y tendencia a una autocompasión que se libera a través de esa explosión de cólera y enfado para calmar la impotencia.
¿Qué relación guardan los ataques de ira con la depresión?
Tratando este problema en nuestro centro, nos hemos dado cuenta de que algunos pacientes que acudían a nosotros para tratar la depresión en Pozuelo, tendían a sufrir estos colapsos emocionales que les provocan reacciones llenas de ira y crispación.
Lo cierto es que ira y depresión tienen un mismo germen: son expresiones de la frustración y de no saber estar en la vida de una manera más plena y armónica.
En el fondo, representan la tramitación fallida de un malestar emocional profundo que, a ciertas personas les hace vivir en un constante enfado con el mundo. Alguien que se siente así de crispado de manera habitual, probablemente, esté deprimido y viceversa.
Existen muchos estereotipos de las personas deprimidas. Por norma general, se tiende a pensar que son personas tristes, apagadas, sin energía… lo que parece la antítesis de la ira. Pero no siempre es así. También hay personas con depresión cronificada que son totalmente funcionales y manifiestan una actitud vital que parece la opuesta, como hemos visto en ese post que enlazamos. Por eso, ira y depresión son expresiones mucho más cómplices y complementarias de lo que puedes pensar.
De hecho, los estudios indican que las personas con tendencia a experimentar ataques de ira también son más vulnerables ante la depresión. Más exactamente, se ha logrado establecer un nexo común entre la depresión y estas explosiones de ira que, como ya hemos adelantado, es la frustración. Este sentimiento nace de un deseo no cumplido y, sobre todo, nace de la carencia de recursos para manejar correctamente esta situación, lo que hace que una persona pueda sentirse deprimida, o también experimentar un ataque de ira.
Trabajar la tolerancia a la frustración es clave.
Trabajar en uno mismo para controlar esos ataques de ira no siempre es fácil ya que implica trabajar otras muchas cosas como la autoestima o la tolerancia a la frustración, de ahí que nuestro consejo sea que lo hagas siempre de la mano de un equipo como el que te espera en Centro de Psicología Integral MC. Ven a vernos si eres consciente de que sufres este problema y te ayudaremos a identificar las causas, a conocer los síntomas para prevenirlo y/o gestionarlo adecuadamente.
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