FOMO: cuando el miedo a perderse algo se convierte en un problema de ansiedad.

FOMO - Centro de Psicología Integral MC

FOMO: cuando el miedo a perderse algo se convierte en un problema de ansiedad.

¿Conoces realmente a lo que hace referencia FOMO, cuyo significado responde a las siglas en inglés de Fear Of Missing Out?

Este término ha pasado a unirse a esa amplia lista de fenómenos psicológicos que parecen más novedosos de lo que en realidad son por el hecho de popularizarse en inglés. Aunque en este caso, tenemos que decir que sí existe un componente de novedad por un hecho: las redes sociales son grandes responsables de que hoy en día se viva de manera mucho más intensa hasta el punto de poder ocasionar un grave problema de ansiedad.

Lo notamos en nuestro centro psicológico cuando abordamos consultas por ansiedad en Pozuelo, y seguro que tú mismo lo has experimentado cuando, aun disfrutando de un plan maravilloso, te sorprendes envidiando el plan que otras personas exhiben en sus redes sociales. Hoy nos gustaría analizar este fenómeno y darte unas claves para conseguir que el FOMO no se apodere de ti y se convierta en un motivo de angustia, tristeza, desazón y ansiedad.

¿Qué es FOMO?

Siempre ha existido el miedo a perderse planes o a no elegir el mejor entre varias alternativas. Sobre todo entre la gente más joven que siempre quiere estar presente en esos momentos de hedonismo glorioso de los que después se hablará (en ese concierto inolvidable, en esa juerga irrepetible, en ese partido de fútbol histórico…).

Sin embargo, con la llegada de las redes sociales en las que la asistencia a los eventos se comparte en tiempo real, ese temor se dispara de manera casi enfermiza hasta el punto de condicionar acciones, pensamientos y sentimientos. Porque, además, no podemos olvidar que el FOMO pasa factura en dos direcciones opuestas pero complementarias:

1.- Por un lado, realizamos una actividad no tanto por la experiencia que nos va a proporcionar sino por poder compartir esa experiencia a través de las redes sociales y recibir el consiguiente feedback que sabemos traerá consigo.

2.- Por otro lado, aunque estemos disfrutando de un día maravilloso en una playa ideal, esa experiencia se puede ver empañada e incluso podemos llegar a sentirnos tristes si al consultar nuestras redes sociales vemos a otras personas disfrutando de otra experiencia que consideramos más maravillosa y cool.

El FOMO coge fuerza en verano.

Además, el FOMO tiene una especie de efecto hipnótico y autodestructivo: en el momento en el que vemos en redes sociales cómo otras personas están disfrutando de ese plan al que tú no has podido ir, o peor aún, ese plan que has descartado por otro, no puedes dejar de mirar, de espiar y de estar pendiente de todo lo que allí se cuece. ¿Masoquismo?

De hecho, parece demostrado que la ansiedad que origina el FOMO, ese miedo a perderte planes, alcanza su máximo apogeo precisamente en verano. ¿Por qué? Porque es cuando tenemos más tiempo libre para consultar las redes sociales y a la vez existen más opciones de ocio para elegir. En verano, acertar con el plan y tener batería para contarlo se convierte en una obsesión que puede llegar a generar tristeza, frustración y ansiedad en los casos más graves.

Cómo rebajar la ansiedad que causa el FOMO.

Siempre, en todas las épocas, han existido circunstancias en las que había que elegir entre varias opciones, quedando la duda de si se habría elegido la mejor. El problema es que ahora, con las redes sociales, sí tenemos la posibilidad de saber cómo hubiera sido elegir ese otro plan, momento en el que se puede desencadenar ese episodio de frustración o tristeza.

Por eso, elegir cuándo y durante cuánto tiempo se consultan las redes sociales parece, por lo tanto, la clave para minimizar y rebajar la ansiedad del FOMO. Las redes sociales anulan las barreras espaciotemporales, permiten comparar tus planes con los de otros y, normalmente, se nos olvida que esas personas que están “disfrutando” del otro plan lo están adornando precisamente para compartirlo en redes sociales.

Consultar menos las redes sociales, tener presente que nada es como se comparte, recordar que muchas vidas y planes son más aparentes que reales, conectar con el presente y disfrutar del aquí y ahora son claves para minimizar ese pozo de tristeza que genera el FOMO.

Y como siempre, si notas que los sentimientos que genera el FOMO en ti se te van de las manos y te afectan seriamente, llámanos. O si notas que dedicas más tiempo a elegir qué vas a fotografiar y compartir en las redes sociales antes que a disfrutarlo de verdad… ha llegado el momento de venir a vernos. En el Centro de Psicología Integral MC podemos ayudarte a rebajar la ansiedad y la dependencia que están causando en la actualidad las redes sociales.

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