Anhedonia: ¿sientes que has perdido la capacidad para disfrutar de la vida?

Anhedonia - Depresión - Centro de Psicología Integral MC

Anhedonia: ¿sientes que has perdido la capacidad para disfrutar de la vida?

“No sé qué me ocurre pero parece que he perdido el interés por todo en esta vida”. Esta quizá sea una de las frases que más hemos escuchado en los últimos años en nuestra consulta especializada en tratamientos de la depresión en Pozuelo.

Y realmente así es. O así lo sienten muchas personas que sin saber cómo ni por qué parece que nada les interesa, nada les entusiasma y nada les produce el placer que antes sentían en diferentes ámbitos de sus vidas. Incluso aquellos planes extraordinarios que las personas de su entorno viven con emoción, para ellos no deja de ser otro plan al que se enfrentan mostrando más ganas de las que verdaderamente sienten.

Pues todo esto tiene un nombre: anhedonia, un trastorno que es cada vez más frecuente en las consultas de psicología. Más allá de definirlo clínicamente, lo importante es entenderlo, saber por qué ocurre y, sobre todo, combatirlo.

¿Qué es la anhedonia?

 

Su nombre proviene del término griego “hedoné” que significa placer. De acuerdo con esto, la anhedonia es un trastorno que podría definirse, en términos generales, como la incapacidad para sentir placer y disfrutar de las cosas buenas de la vida, tanto en el plano físico como psicológico o emocional.

Hay personas que pueden experimentarla en ámbitos muy concretos de su vida. Por ejemplo, hay personas que dejan de disfrutar de su trabajo, de la comida o de alguna de las actividades de ocio que anteriormente les hacían sentirse bien y de las que disfrutaban enormemente.

Pero de igual modo, hay personas que han pasado a vivir así de forma generalizada, siendo incapaces de sentir placer y entusiasmo ante cualquier circunstancia. Una respuesta que genera tristeza, impotencia, frustración y, lo peor de todo, que se retroalimenta para convertirse en un modo de estar en la vida.

La anhedonia no es tanto un síndrome o una patología como un síntoma que indica que algo está ocurriendo. Al fin y al cabo, la ausencia de sentimientos placenteros y la incapacidad por sentir ilusión es algo anormal y debe llevar a quien lo experimenta a consultarlo con un profesional de la salud mental.

Es cierto que por diversos motivos podemos sentirnos así en momentos puntuales de la vida, por ejemplo, tras la muerte de un ser querido. Pero cuando se instaura de manera constante y afecta a todos los ámbitos debe abordarse lo antes posible. De hecho, cuando una persona sufre anhedonia durante mucho tiempo puede ser un indicador de la depresión, de ahí la importancia de ser analizado por un profesional.

Algunas causas de la anhedonia

 

La causa de la aparición de la anhedonia desde un punto de vista fisiológico se debe a una alteración en el cerebro que impide que se genere la dopamina, la sustancia química que permita a las personas experimentar las sensaciones placenteras.

En situaciones depresivas o de un gran estrés o ansiedad, el cerebro se bloquea y es incapaz de generar esta sustancia. De ahí que las causas más normales cuando se produce este fenómeno de manera prolongada en el tiempo sean:

  • Depresión
  • Ansiedad
  • Cuadros intensos de estrés
  • Consumo de drogas frecuente

 

Cuando la pérdida de las sensaciones placenteras no es generalizada, sino que afecta a algún aspecto concreto, se puede explicar por otras razones. Por ejemplo, perder el placer sexual o del gusto por la comida puede deberse a la utilización de cierto tipo de medicamentos como los antidepresivos o por traumas o episodios personales que han marcado a la persona que lo padece.

Es importante que si una persona nota que su existencia pierde sentido, que nada le motiva, nada le hace disfrutar… acuda a una consulta como Centro de Psicología Integral MC para tener una valoración profesional. En psicología se han establecido dos tipos de cuestionarios para diagnosticar el grado de la anhedonia y sus causas, las llamadas escalas de Chapman, una evalúa aspectos del plano físico y otra el social/emocional.

 

 

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