05 Ene Por qué el contacto con la naturaleza debería ser uno de tus propósitos de Año Nuevo.
Dejar de fumar, practicar ejercicio físico de forma regular, llevar una alimentación más sana, retomar las clases de inglés (o de guitarra o de manualidades…). Estos son algunos de los propósitos de Año Nuevo que se repiten cada año por estas fechas. Y todos ellos son objetivos excelentes que te harán sentir bien y que te ayudarán a llevar una vida más plena y saludable.
Sin embargo, pocas veces se incluye en esta lista pasar más tiempo en contacto con la naturaleza, algo que resulta sorprendente si tenemos en cuenta que es uno de los gestos que más contribuyen a mejorar el bienestar emocional. Por eso, si cuidar tu estado anímico es importante para ti, deberías incluir en la famosa lista de “new year resolutions” unas escapadas periódicas a un entorno natural. Dejar a un lado el asfalto, desconectar de las pantallas y sentir la naturaleza tiene efectos terapéuticos.
¿Por qué el contacto con la naturaleza mejora el estado anímico?
No necesitas ser un experto de la montaña ni equiparte para subir el Everest. Basta con realizar una pequeña ruta por algún paraje cercano a tu casa para que sus efectos se hagan notar.
Porque aunque insistamos en recomendarte esta actividad, no es algo que digamos nosotros: está demostrado científicamente que el contacto con la naturaleza tiene un impacto muy positivo en el estado anímico y en la salud mental. De ahí que sea un complemento perfecto que invitamos a realizar a las personas que acuden a vernos por un problema de ansiedad para tratar por nuestros psicólogos en Carabanchel. Ahí tienes algunas explicaciones que respaldan esta práctica:
1.- Reduce el estrés y aporta tranquilidad:
Numerosos estudios han demostrado que estar en entornos naturales como puede ser un parque, un bosque, una montaña o una playa reduce el nivel de cortisol, que es la llamada hormona del estrés, la que nos irrita y la que nos hace estar siempre a punto de explotar.
Por eso, tanto durante un paseo por un entorno natural como a la vuelta del mismo, una persona experimenta una mayor sensación de paz, tranquilidad y serenidad, algo que le lleva a relativizar algunos aspectos de su vida y a disfrutar más del momento presente, sin proyectar hacia el pasado ni hacia el futuro.
2.- Mejora el humor y el estado anímico:
Planificar una ruta de senderismo, por sencilla que sea, tiene un componente motivador que siempre va a funcionar positivamente en el estado anímico de una persona. El cerebro funciona muy bien ante la novedad y si, en tu caso, no acostumbras a realizar este tipo de actividades, sus efectos serán incluso mayores por ello.
Pero es que además, un paseo por un entorno rural supone activar tu cuerpo, exponerte a la luz natural, respirar aire fresco, contemplar paisajes increíbles… algo que contribuye a la liberación de serotonina, la hormona de la felicidad. De ahí que la práctica de esta actividad aporte una sensación de euforia y bienestar que mejora el humor y el estado anímico.
3.- Aumenta la concentración y la conexión con el presente:
Estar al aire libre rodeado de naturaleza, prestando atención a los lugares por los que pisas o a los árboles que te rodean, te ayudará a desconectar, consiguiendo que mejore tu concentración y, sobre todo, tu conexión con tu cuerpo, tu mente y tu momento presente.
Estar en contacto con la naturaleza mejora la concentración, la capacidad de atención y la conexión con el ahora. Y todo ello es crucial para minimizar los estados de fatiga mental en los que se encuentran muchas personas por la sobreexposición que conllevan las pantallas y los entornos urbanos. De hecho, un estudio publicado en la revista Frontiers in Psychology descubrió que, tras un paseo de 30 minutos en un entorno natural, los niños tenían un patrón de respuestas más rápido a una serie de pruebas relacionadas con la atención que después de caminar por una zona urbana.
4.- Disminuye la presión arterial de manera inmediata:
Cuando caminas por un bosque, tu organismo comienza a cambiar de manera casi inmediata: en cuestión de minutos, tu presión arterial disminuye y tu frecuencia cardíaca baja (salvo que estés subiendo por una pendiente que te suponga un gran esfuerzo físico).
Los contactos periódicos con la naturaleza mejoran la salud a nivel cardiovascular, facilitan los sueños reparadores, reducen el riesgo de diabetes y disminuyen los síntomas de la depresión, además de que fomentan la creatividad y hacen que las personas sean más amables y sensibles y estén menos irritables y agresivas. La respuesta física es casi inmediata y aspectos como la disminución de la presión arterial son la mejor demostración de ello.
En definitiva, desde el Centro de Psicología Integral MC queremos que incluyas estos contactos con la naturaleza dentro de tu lista de buenos propósitos para 2024 porque realmente te ayudarán a ser, estar y sentirte mejor. ¡Prueba y nos cuentas!
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