Los efectos físicos del estrés

gestionar el estrés en Pozuelo

Los efectos físicos del estrés

Muchos pacientes que acuden a nuestra consulta por un problema de estrés en Pozuelo no habían asociado las alteraciones físicas que estaban experimentando desde hacía tiempo con este problema.

Incluso para algunas personas, eso de que “una mala gestión de las emociones” pudiera tener un impacto negativo en su estado fisiológico era poco menos que una “leyenda urbana”, hasta que han sido conscientes de que, efectivamente, lo estaban viviendo en sus propias carnes.

Hoy reflexionamos sobre esas consecuencias físicas que deja el estrés en nuestro cuerpo cuando se sufre de manera intensa y prolongada en el tiempo.

Estrés, un clásico que no pierde vigencia

Reaccionar con cierto nivel de estrés ante algunas situaciones es normal. Incluso podríamos decir que resulta hasta beneficioso porque nos mantiene más preparados y alerta para abordar esas situaciones en cuestión.

El problema viene cuando la gestión de ese estrés se va de nuestras manos, dando lugar a un malestar emocional que se prolonga en el tiempo y que afecta a nuestra manera de ser y estar en la vida.

Y aunque sus efectos psicológicos pueden llegar a ser devastadores, hoy nos gustaría centrarnos en las consecuencias físicas de este problema y en cómo no ponerse en manos profesionales a tiempo puede revertir en la salud, especialmente cuando se trata de un estrés crónico arrastrado durante meses. Veamos cuáles son algunas de esas secuelas que puede dejar el estrés en nuestro cuerpo.

Consecuencias físicas de vivir con estrés

1.- Dolor de mandíbula

¿Llevas tiempo sintiendo un dolor en la mandíbula especialmente al despertarte? Pues puede tratarse del síndrome de tensión temporo-mandibular, un efecto causado directamente por vivir situaciones de estrés prolongadas y que causa dolor en la mandíbula, dientes y oído. Por ejemplo, muchos estudiantes lo sufren en periodos de exámenes al igual que muchas personas tras un ascenso laboral.

2.- Alteraciones digestivas como diarreas, estreñimiento o gases

El vínculo entre el aparato digestivo y las emociones es tal que muchos afirman que el estómago es el verdadero cerebro de nuestro cuerpo. Así que, cuando el sistema nervioso del aparato digestivo detecta una amenaza o peligro, lo primero que hace es ralentizar tareas como la digestión.

Además, tiende a priorizar la circulación hacia los músculos, lo cual deja con un menor aporte de oxígeno y nutrientes al estómago y al intestino. Por eso, en situaciones de estrés que se intensifican o se prolongan, las alteraciones intestinales son bastante frecuentes.

3.- Episodios de taquicardia

La presencia de hormonas como el cortisol o la adrenalina tiene un gran impacto en el sistema cardiovascular, de ahí que la aparición de taquicardias y arritmias sean otras de las consecuencias físicas que deja el estrés.

El corazón es uno de los grandes sufridores cuando hay algo que afecta a nuestro bienestar emocional. El aumento de pulsaciones es una de las manifestaciones físicas que se padecen en un ataque de pánico o de ansiedad, y el estrés vivido de manera continuada también le hace alterarse más de la cuenta.

4- Sensación de boca seca

¿Te suena esta sensación, sobre todo al acostarte, de sentir que no tienes saliva suficiente para tragar? ¿No dejas de sentir que tu boca está más seca de lo normal? Pues este fenómeno se denomina xerostomía y es uno de los más comunes en las situaciones de estrés crónico.

Como ves, dejar pasar un estado continuado de estrés puede tener fatales consecuencias también sobre tu salud, de ahí que te recomendemos ponerte lo antes posible en manos de especialistas. Nuestro Centro de Psicología Integral MC cuenta con una gran experiencia en el tratamiento de estrés en Pozuelo. Pídenos cita para frenar a tiempo un problema que puede agravarse en todas las dimensiones.

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