La terapia cognitivo-conductual como tratamiento recomendado por el NICE para personas en riesgo de psicosis

La terapia cognitivo-conductual como tratamiento recomendado por el NICE para personas en riesgo de psicosis

El Instituto Nacional de Excelencia para la Salud y los Cuidados (Nathional Institute for Health and Care Excellence, NICE) publicó en febrero de 2014, la última actualización de su guía para el tratamiento y manejo de la psicosis y la esquizofrenia en adultos (Psychosis and schizophrenia in adults: treatment and management). En ella se recomienda que las personas que se hallan en la fase prodrómica del desarrollo de trastornos psicóticos, es decir, que presentan los síntomas previos a un episodio psicótico y por lo tanto tienen un elevado riesgo de padecer este tipo de trastornos, no deben recibir como tratamiento medicación antipsicótica como se ha venido haciendo a lo largo de los años, en su lugar, el tratamiento a seguir, es la terapia cognitivo-conductual. Este tipo de terapia deberán recibirla de forma individualizada y según el caso, participará o no la familia en el proceso terapéutico. En el caso de que coexistan en la misma persona los síntomas prodrómicos a un trastorno psicótico, y un trastorno de personalidad, depresión, ansiedad  o abuso de sustancias, la terapia cognitivo-conductual se aplicará según las especificaciones que se detallan en la guía para estos trastornos.

En esta nueva actualización del NICE, también se detallan recomendaciones para el tratamiento de aquellas personas que han sufrido un primer episodio psicótico. Para este colectivo se recomienda un tratamiento basado tanto en intervención psicológica como en medicación antipsicótica, siempre que estos fármacos se elijan de mutuo acuerdo, entre el profesional sanitario y el paciente, estando ambos en conocimiento de los posibles beneficios y efectos secundarios que se encuentran asociados a la medicación en cuestión.

El NICE señala la importancia del papel de los profesionales de Atención Primaria y de los médicos en la evaluación y el tratamiento de los problemas físicos que padecen estas personas y que a menudo no son tenidos en cuenta. También subraya la necesidad de que las personas que padecen psicosis o esquizofrenia reciban una atención integral, incluyendo la recuperación y el seguimiento a largo plazo de este colectivo.

Por último, esta nueva actualización de la guía NICE, recomienda que los familiares y cuidadores principales deban ser tenidos en cuenta a la hora de organizar los planes de atención a los pacientes, y se les proporcione apoyo y asesoramiento.

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