En todos los casos y como paso previo, se realiza un prediagnóstico, un diagnóstico y/o una evaluación psicológica, con el objetivo de identificar de forma clara y precisa la problemática o el trastorno que presenta la persona ya sea adulto, niño o adolescente.
Posteriormente y en base al diagnóstico o evaluación, se establece y propone un plan de trabajo o tratamiento individualizado.